Posibles causas y consejos para abordarlo
En ocasiones los niños se muestran reacios o lloran desconsoladamente a la hora de ir a la escuela. Esto puede generar mucho malestar y preocupación en los padres, ya que les lleva a pensar que les pueda estar ocurriendo algo en el colegio o con los compañeros.
Estas situaciones son especialmente frecuentes cuando los niños son pequeños y van a la escuela por primera vez. Para muchos, es la primera ocasión en la que se separan de sus padres y puede que aparezcan dificultades de adaptación. Estas dificultades suelen desaparecer con el tiempo, sin embargo, en algunos casos, pueden mantenerse durante periodos más largos. Esto suele ocurrir con niños que no han desarrollado un buen vínculo con sus cuidadores y pueden presentar dependencia excesiva hacia sus padres.
También puede ocurrir que tras una correcta adaptación a la escuela, repentinamente se produzca una regresión y el niño, que siempre iba contento, indique que no quiere ir a clase o vuelva a casa triste, decaído o muy irritable. ¿Qué podemos hacer en estos casos?
Lo primero de todo es hablar con él e identificar qué es lo que pasa para que no quiera ir al colegio.
Las causas de que nuestro hijo o hija haya dejado de querer ir al colegio pueden ser muy diversas, sin embargo, las más frecuentes suelen ser las siguientes:
Problemas sociales: Este puede ser un motivo por el cual nuestro hijo tenga miedo a ir al colegio. Es probable que cuando surgen problemas con los compañeros los niños se sientan tristes y desmotivados. En ocasiones cuando lo que está ocurriendo es acoso por parte de otros compañeros hacia él. En este caso es importante detectarlo a tiempo, ya que esto puede causar graves problemas de salud mental tales como ansiedad, depresión, baja autoestima y fobia al colegio.
Desmotivación: algunos niños pueden presentar problemas de aprendizaje tales como la dislexia, déficit de atención o hiperactividad, discalculia etc. Estos problemas de aprendizaje pueden provocar desmotivación, ya que, si no se detecta a tiempo y se toman las medidas pertinentes, pueden empezar a compararse con los demás niños, sintiendo que son inferiores, ya que por mucho que se esfuercen no logran llegar al nivel del resto.
Preocupaciones externas al ámbito escolar: puede que la causa de que el niño o niña no quiera ir al colegio no esté relacionada con la escuela. Muchas veces, situaciones complicadas como una separación parental, la muerte de un familiar u otras circunstancias que puedan ser difíciles para el niño, pueden generar ansiedad a la hora de separarse de los padres, esto explicaría que a la hora de ir a clase se sienta angustiado o manifieste no querer ir.
Una pauta general que puedes empezar a aplicar si tu hijo llora al ir al cole es la siguiente: trata de que las despedidas en el colegio sean claras, pacta con él que te quedarás un tiempo (2-3 minutos) y poned una alarma de manera conjunta. Ese tiempo servirá para que el niño se prepare para la despedida. Es importante que una vez suene la alarma no cedamos a quedarnos más tiempo, porque esto podría producir más inestabilidad en nuestro pequeño.
Si tu hijo presenta este tipo de problemas te recomendamos que le escuches tranquilamente y, aunque pueda ser desquiciante, tengas en cuenta que él no lo hace para retarte, sino porque, realmente, ir a la escuela le está provocando sufrimiento. Es importante determinar bien la causa para, en base a esta, empezar a intervenir en la modificación de las circunstancias que lo provocan.