TDAH y desobediencia

Trastorno por déficict de atención e hiperactividad

El TDAH es un trastorno del neurodesarrollo caracterizado por un déficit de atención junto con hiperactividad e impulsividad. Es frecuente que estos niños sean clasificados y etiquetados en casa o en el colegio como niños traviesos o desobedientes.

¿Por qué ocurre esto?

Es frecuente que los padres de niños con TDAH se quejen de que sus hijos nunca hacen las cosas a la primera, o que si les mandan tres órdenes seguidas, hagan la primera y se olviden de las dos últimas. Esto puede ocurrir por varios motivos. En primer lugar, hay que saber entender qué es lo que le ocurre a nuestro hijo. El déficit de atención característico de este trastorno,  hace que, por la cabeza de estos niños circulen muchos pensamientos que interferirán con las órdenes que le hemos dado. Por lo tanto, harán que salten de un pensamiento a otro sin ser conscientes de ello, y dejando de lado todo lo que estaban haciendo hasta ese preciso instante.

Poniendo un ejemplo, el déficit de atención funciona más o menos así:

“Mi madre me ha dicho que quite la lavadora y ponga la mesa… Voy sacando la ropa sucia del cubo de la… ay, qué bonita camiseta esta de mi hermana, voy a preguntarle dónde la ha comprado. – ¡Elena! ¿De dónde es la camiseta? – (por el camino se encuentra un juego de cartas) ¡Hala, las cartas de cuando era pequeña, voy a contar a ver si están todas! (contando las cartas) Ui, yo estaba haciendo algo… Ah sí, ¡me habían mandado a poner la mesa! (saca los vasos y los coloca) Ay, ¿Dónde he dejado el móvil? voy a buscarlo…

-Madre: Juan! no has quitado la lavadora ni puesto la mesa!

Por otro lado, los niños con TDAH pueden presentar elevados niveles de impulsividad, esto se traduce en incapacidad para controlar la ira, ya que, a pesar de que pueden ser niños muy sensibles y muy empáticos, no premeditan lo que van a hacer, por lo tanto, cuando les domina una emoción de enfado, es muy probable que actúen sin pensar y luego se arrepientan de ello.

Un truco para que nuestro hijo con TDAH obedezca las instrucciones que le damos es tratar de descomponer las órdenes al máximo haciendo instrucciones muy simples y dándolas de una en una. Un ejemplo:

En vez de decir “Pon la mesa”

Mejor di: “Primero coge los vasos” “Ahora los tenedores” “Ahora que ya lo has puesto pon los cuchillos”.

Poco a poco los niños aprenden a decirse a sí mismos estas autoinstrucciones y ya no será necesario que se lo tengamos que recordar.

Es muy importante no encasillar a estos niños como desobedientes, malos o agresivos, ya que no lo hacen de manera consciente. Mejor que todo esto, es ayudarles a entenderse a sí mismos y que vean que nosotros les comprendemos y les queremos.

Cuando a un niño le ponemos una etiqueta, él mismo se la cree y empieza a actuar como tal. No nos olvidemos de que no son niños malos, es imprescindible comprender sus características individuales para ofrecerles una adecuada educación y cuidado.

 

 

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