ADOLESCENTES

Cómo acompañarles en el cambio

Cuando los niños crecen, las familias comienzan a enfrentarse a “la temida adolescencia”.  El adolescente entonces experimentará, a lo largo de los próximos años, muchos cambios en diferentes ámbitos de su vida. Esto modifica la dinámica familiar, y es la transición que permite a los padres hacerse a la idea de que, en pocos años, su pequeño se convertirá en un adulto.

Sin embargo, los nuevos adolescentes necesitan ir adaptándose a estos cambios, y aunque acompañarles puede no ser sencillo, es toda una aventura. Algunos de los cambios a los que se enfrentarán son:

  • Cambios físicos: en muchos casos,  generan inseguridades por la comparación con sus iguales
  • Cambios en la dinámica familiar: se amplían algunos límites y se fijan nuevas responsabilidades. Asimismo, la adolescencia es una etapa en la que se busca la identidad personal y la autosuficiencia. Por lo tanto, en esta edad, los hijos tratan de mostrarse independientes de sus padres.
  • Cambios sociales: algunos niños cambian de instituto o comienzan a salir más, aparecen conflictos por las diferentes formas de pensar que se van definiendo, etc. Además, en esta edad el grupo de iguales empieza a tener mayor importancia, los grupos se hacen más homogéneos, es decir, buscan amigos con intereses, gustos e ideologías similares a las propias. Cuando algunos adolescentes sienten que no encajan en ninguno de los grupos a los que tienen acceso, pueden sentirse muy solos.
  • Cambios personales: de la propia percepción de las cosas, búsqueda del sentido de la vida, voluntad por encajar en los grupos de referencia, curiosidad por diferentes actividades, etc.

Es común que las familias pidan pautas de actuación ante los conflictos que surgen, sintiendo que hay algo que están haciendo mal o que se está dando una crisis familiar en la que los miembros se distancian. Pero tenemos que tener en cuenta que muchas veces, esto es nuestra percepción.

Algunas pautas son:

  • Acompáñalos, muestrales que estás ahí para ellos. Durante esta época de cambios, es posible que ellos sufran, y ese es el motivo de la irritabilidad que se observa en casa. Es difícil experimentar estos cambios sintiéndose solo y en muchas ocasiones incomprendido, lo que casi siempre es el detonante de los conflictos que se dan.  Un gran consejo es permanecer a su lado, escuchándoles sin juzgar y guiando desde el respeto.
  • Ofréceles tu apoyo. A pesar de que en esta etapa parezca que le dan más importancia a los amigos que a la familia, ante situaciones serias o graves, recurrirán a la familia como su principal apoyo. Ligado al consejo anterior, es importante que les demuestres que pueden confiar en tí.
  • Intenta ser comprensivo. Vosotros sois los padres y sois quienes fijáis los límites, que deben quedar claros. Pero siempre es recomendable intentar comprender su perspectiva y entender por qué algunos aspectos son tan importantes para ellos. De este modo, no solo estarás más cerca de conocerles mejor, sino que podrás validar sus emociones.
  • No te lo tomes a lo personal. Son épocas en las que pueden verse vulnerables y estar irascibles. Les cuesta controlar su impulsividad y tienden a estar a la defensiva, pero os quieren y os necesitan tanto o más que los años atrás. Como ya hemos comentado en muchas ocasiones, sois su refugio, la familia es el lugar donde se sienten seguros y ahí es donde se dejarán llevar y “descargarán” su tormenta emocional. Solemos escuchar a muchos padres que nos dicen en consulta “a sus amigos nunca les dice nada, y luego llega insoportable del instituto y lo paga todo con nosotros”. Hay que entender que están aprendiendo a gestionar sus emociones, y que su voluntad por encajar en el grupo y tener apoyo social es mayor que la de defender algunos de sus intereses, aunque la acumulación de estas muestras de pasividad genera gran presión.
  • Son muy susceptibles a los cambios, sus emociones están a flor de piel y muchas veces se ven desbordados. Repetimos el mismo consejo: es importantísimo validar sus emociones.
  • No demos por hecho que pueden asumir de golpe muchas responsabilidades. Están aprendiendo de cada nueva experiencia y en muchos momentos os necesitan a su lado para apoyarles en sus errores o animarles cuando se ven perdidos.

Ánimo con esta etapa tan enriquecedora

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